Mejora en la productividad y el mantenimiento industrial gracias a la fabricación de repuestos con impresión 3D
La manufactura aditiva en Argentina tiene un rol preponderante para la industria nacional: fabricar piezas de repuesto para mantener la producción.
Esta solución es de muy alto valor y tiene amplia adopción en todo el mundo, especialmente en plantas industriales. Y es de mayor valor aún en Argentina donde tenemos costos y tiempos altos de logística, costos impositivos aduaneros relevantes y un parque de máquinas relativamente mas viejo que en los países desarrollados.
El problema
Es natural que una parte de una máquina se rompa o sufra desgaste, pero muchas veces resulta muy difícil, lento y costoso conseguir un reemplazo original, en especial si son repuestos importados.
Ya sea porque no hay en stock, la pieza no se fabrica más o bien la empresa fabricante ya no existe, es común que esta problemática atente contra la productividad de nuestras fábricas.
Fabricación con impresión 3D
Hoy los materiales avanzados de manufactura aditiva permiten replicar una amplia gama de piezas finales de alto desempeño para mantenimiento industrial, logrando una resistencia mecánica similar a la de la pieza original y por lo tanto piezas 100% funcionales.
La nueva generación de impresoras 3D está permitiendo que tanto Pymes como grandes corporaciones puedan fabricar piezas finales con inversiones muy bajas, retornos de la inversión récord y tiempos de implementación de tan solo unas pocas semanas.
Muchas de las aplicaciones que requieran baja fricción, alta temperatura, resistencia al impacto, flexibilidad, dureza, resistencia a químicos, y muchas solicitaciones que nos encontramos en el piso de planta, son factibles de fabricarse con manufactura aditiva. El asesoramiento con un ingeniero de aplicaciones 3D para validar la factibilidad y proponer la mejor combinación de material-máquina.
Mejora de la productividad
Disponer de impresoras 3D en planta permite obtener piezas de repuesto en cuestión de horas, permitiendo minimizar el tiempo de paradas de máquinas por falta de un repuesto.
Además, en muchos casos, gracias a la implementación de la impresión 3D, obtuvimos piezas de mayor durabilidad que el repuesto original, mejorando aún más la disponibilidad de las máquinas (OEE) y mejorando el tiempo medio entre fallas (MTBF).
Ya sea incorporando sus propias impresoras como contratando el servicio de impresión, hoy estas soluciones están al alcance de la mano en Argentina.
Impacto económico
La mejora de la productividad implica una mejora económica directa, ya que se obtiene mayor producción con igual cantidad de recursos. Y esto es tan solo uno de los beneficios de incorporar la manufactura aditiva a las plantas industriales.
Una pieza obtenida por manufactura aditiva dentro de la planta, tiene – al menos – un costo del 50% de una pieza original. Esto implica ahorro sustanciales en costo de repuestos. En los casos de éxito como el Heineken, han obtenido un ahorro del 90% en el costo de piezas de repuesto.
Adicionalmente, en la ecuación económica hay que ponderar el ahorro del costo financiero del stock inmovilizado de piezas en pañol ó almacén. Sabemos que esos costos son relevantes, que se requieren grandes inversiones en stock y que cuando los repuestos son importados, además es necesario sobre-dimensionar el stock para poder dar respuesta a tiempo.
La manufactura aditiva cambia esta lógica y permite ahorros muy importantes evitando grandes inversiones en stock de piezas de repuesto y reduciendo costos financieros asociados.
Almacenes Virtuales
Muchas empresas de todo el mundo no sólo ya incorporaron la manufactura aditiva como herramienta clave para el mantenimiento industrial, sino que han dado un paso más, implementando “inventarios digitales”.
Estos almacenes virtuales permiten sacar el máximo provecho a la impresión 3D, son el próximo paso evolutivo en la industria 4.0 y ya son una realidad en varias empresas argentinas.